Bruselas en 2 días (6 días en Bruselas y alrededores)


 Restaurantes y cafeterías
  • Grimbergen Café (cerca de la Grand Place)
  • Delirium bar (cerca de Jeanneke Pis y la Grand Place)
  • Waffel Factory (cerca del mural de Tintin)
  • Fritland (cerca de la Grand Place)
  • Poechenellekelder bar (cerca del Manneken Pis)
  • 9 Voisins (barrio de St Gery)

Día 1

Itinerario
  • Saint Hubert (gratis)
  • Grand Place (gratis)
  • Ayuntamiento: horario L-V 8:30 a 17:30 (7€ adultos)
  • La Casa del Rey o Museo de la ciudad: horario M-D 10:00 a 17:00 (10€ adultos, 4€ estudiantes)
  • Casas gremiales (gratis)
  • Hotel Amigo
  • Graffiti de Tintin
  • Manneken Pis
  • Museo del traje del Manneken: horario 10:00 a 17:00 (5€ adultos)
  • Comic de la ruta del cómic
  • Muralla (gratis)
  • Barrio de Sablon
  • Iglesia du Sablon: horario 10:00 a 18:00 (gratis)
  • Iglesia de Santiago: horario L-V de 10:00 a 18:00, S-D 9:00 a 18:00 (gratis)
  • Palacio Real: abierto del 21.06 hasta mitad de septiembre (gratis)
  • Monte de las Artes (gratis)
  • Jeanneke Pis
  • Barrio de St Gery
  • Zinneke Pis

Llegamos a Bruselas después de 5 horas de viaje en coche desde Karlsruhe y nos dirigimos al parking que teníamos reservado para los 6 días. El parking se llama Passage 44, es de la compañía Interparking, una de las más baratas para aparcar en el país. Desde el martes a las 10:00 de la mañana hasta el domingo a las 10:00 de la mañana nos costó 45€ en total. 

Lo primero que hicimos nada más aparcar fue dirigirnos hacia la Grand Place, atravesando las famosas Saint Hubert, ya que hasta las 15:00 no podíamos realizar el CheckIn en el hotel. 

La Grand Place es el centro histórico de la ciudad y desde aquí comenzamos nuestra ruta con el Free Tour. La guía, una chica encantadora llamada Marina, nos explicó que lo único que queda en pie de la zona antigua original es el suelo y el ayuntamiento, todo lo demás fue bombardeado. El ayuntamiento no fue destruido por las bombas dado que servía de referencia para lanzarlas. Siguiendo con la historia del ayuntamiento y sus curiosidades, podemos ver que es asimétrico, esto es así porque se construyó a la vez que el de Lovaina. Pero como el de Lovaina estaba siendo más grande, y la capital del país no podía consentir que ninguna otra ciudad tuviese un ayuntamiento más grande que el suyo, ampliaron el de Bruselas con la zona que quedaba disponible, ya que las casas gremiales que ahí se encontraban impedían que se expandiese más. El arquitecto que construyó tanto esta ampliación como la torre, se tiró desde lo alto de ella porque no se dio cuenta de que la puerta no estaba alineada con la torre, después de este error subió y se lanzó. Dice la leyenda que cayó en la cruz negra que se ve pasando por la puerta del ayuntamiento en el centro.

Seguimos con la Casa del Rey, llamada así porque fue donde se coronó a Carlos I de España o Carlos V de Alemania. Se encuentra justo enfrente del ayuntamiento y hoy en día es el museo de la ciudad. Dentro de este museo se encuentra el Manneken Pis original. El horario es de martes a domingo de 10:00 a 17:00 y el precio son 10€ por adulto, aunque entrando en la página web podemos ver los diferentes descuentos que hay.

Rodeando la plaza se encuentran las casas gremiales. Fijándonos en la decoración de la fachada se puede distiguir a qué gremio pertenecía cada una. Al otro lado de la plaza se encuentra el Grote Markt Huis, esta era una casa gremial donde se encontraban los gremios más pobres y pequeños que no tenían el poder adquisitivo suficiente para tener una casa gremial propia.

Salimos de la Grand Place y nos dirigimos hacia el Hotel Amigo. Este hotel a simple vista no parece relevante, pero antes de ser un hotel fue una cárcel. El nombre del hotel se debe a que, según dice la leyenda, había tantos españoles encerrados que cuando se asomaban por la ventana para pedirle cosas a los que por allí pasaban, la manera de llamar su atención era decirles: "tsss amigo amigo". Debido a eso el hotel tiene ese nombre.

De camino a ver el Manneken Pis pasamos por la famosa fachada pintada con un grafiti de Tintín. Esta fachada forma parte de la ruta del comic. En Bruselas muchas fachadas están decoradas con grafitis, algunos de ellos pertenecen a la ruta del cómic, otros no. Para saber cuáles pertenecen a esta ruta hay que fijarse que debajo o a un lateral de la pintura haya una chapa plateada explicando un poco el grafiti, además, podemos encontrar el mapa con la ruta tanto en la oficina de turismo (por 1€) o en internet. 

Nosotros no hicimos la ruta del cómic, pero sí que nos fuimos encontrando algunos de los murales que forman parte de ella en nuestra ruta por Bruselas.

Por fin llegamos al Manneken Pis, junto con el Atomium es lo más representativo de la ciudad. Cuando llegamos estaba vestido con un traje de carnaval, lo cual nos sorprendió y decepcionó a partes iguales, ya que esperábamos verlo desnudo y no sabíamos que se le podía vestir. La guia nos explicó que la placa que hay en la valla que protege la fuente es la agenda oficial del Manneken, en ella se puede ver qué días le cambiarán el traje, cuál le pondrán, por qué y qué días estará desvestido. Leer esta agenda es importante porque a veces hay eventos en los que, por ejemplo, el Manneken no expulsa agua, sino que puede echar tequila, sidra, cerveza u otro tipo de bebidas dependiendo del evento que se celebre.

Seguimos subiendo por las empinadas calles de Bruselas y llegamos al Museo de los trajes del Manneken Pis, en cuya esquina se encuentra otro de los murales pertenecientes a la ruta del cómic. Como vemos en la agenda oficial, al Manneken le cambian constantemente de traje, por lo que su armario cuenta con más de 1.000 modelos diferentes. Muchos de ellos se encuentran en este museo, cuya entrada es gratuita si se tiene la entrada al museo de la ciudad, en caso de no tener esta entrada combinada el precio sería de 5 euros.

Antes de llegar al barrio de Sablón, nuestra siguiente parada, nos detuvimos un momento en la Muralla que queda en pie de la antigua ciudad de Bruselas. 

Ahora sí recorremos algunas de las calles del Barrio de Sablón hasta llegar a la Iglesia du Sablon. Abierta de 10:00 a 18:00 y de entrada gratuita. En esta iglesia nos damos cuenta de que no hay bancos, la iglesia está compuesta por sillas individuales. Marina, nuestra guia, nos explicó que esto se debe a que la Iglesia en Bélgica se financia a sí misma, por lo que en los centros religiosos se organizan exposiciones, conciertos e incluso discotecas, por este motivo se utilizan sillas, ya que son más fáciles de apilar para despejar el espacio central y poder realizar los diferentes eventos que tengan lugar.


Salimos del barrio de Sablón y llegamos a la Iglesia de Santiago, situada en la Place Royale. Su exterior parece más un palacio que una iglesia. Aunque nosotros no pudimos entrar, el precio es gratuito y el horario de visita es de lunes a viernes de 10:00 a 18:00, sábados y domingos de 9:00 a 18:00.

Justo detrás de esta iglesia se encuentra el Palacio Real. Actualmente no ejerce de palacio, sino que alberga diferentes eventos, aunque bien es cierto que el rey visita el palacio y asiste a algunos de los eventos que se realizan en su interior. La presencia del rey se puede saber si la bandera del palacio está alzada. El palacio solo está abierto desde el 21 de julio hasta mediados de septiembre, su precio es gratuito.

Volvemos sobre nuestros pasos y bajamos por la Place Royal hasta la última parada del Free Tour, el Monte de las Artes. Este es el mirador desde el que los turistas se hacen la típica foto de Bruselas. 

Hambrientos después de 3 horas de caminata nos dirigimos al Grimbergen Café, un restaurante situado muy cerca de la Grand Place. Este restaurante es estupendo para probar los platos típicos de Bélgica, los precios no son muy elevados comparados con otros restaurantes de la zona, y la comida está deliciosa. De beber pedimos la cerveza Chimay Bleu (5,40€) ya que fue una de las que nos recomendó la guia, también pedimos la Kriek Mort Subite (4,40€), una cerveza con sabor afrutado para aquellos a los que la cerveza no les gusta en exceso. Para comer pedimos dos de los platos más típicos de la zona: Carbonades Flamande (19,50€) y Moule Creme Ail (25,90€). El primer plato es un estofado de carne, también se llama estofado flamenco y es un plato típico compuesto por carne y verduras; el segundo son mejillones, pero son mejillones de río, los sirven en una cazuela con diferentes salsas, la nuestra era de crema y ajo, deliciosa. Todos los platos suelen venir acompañados de patatas fritas, una delicia típica del país, pero ojo, las patatas belgas no se fríen en aceite, sino que se fríen en grasa animal, por lo que no son aptas para veganos. Por último, un consejo si pedís los mejillones, al terminar la olla queda en el fondo la salsa, los belgas lo que suelen hacer es volcar el plato de patatas en la salsa y comérselas una vez han terminado los mejillones (merece la pena hacerlo así).

Para bajar toda la comida caminamos hacia la Jeanneke Pis, que se encuentra muy cerca de la Grand Place, justo después de pasar por el famoso bar Delirium. Este bar es muy conocido ya que tiene más de 300 grifos de cerveza, aunque no te vayas a tomar una merece la pena que entres a echarle un vistazo.


Volvemos hacia el mural de Tintín que habíamos visitado previamente con el Free Tour porque nos quedamos con ganas de entrar en la tienda de comics que se encuentra justo debajo del graffiti. Una vez curioseamos un poco los distintos comics que ahí se encuentran nos dirigimos a la Waffel Factory. Esta factoría de gofres hace esquina y se encuentra en la calle entre la Grand Place y el mural de tintín. Decidimos tomarnos aquí el postre y nuestro primer gofre belga por recomendación de la guia del Free Tour, Marina nos recomendó que no comprásemos este postre típico en los puestos que nos encontramos en las calles a cada paso, sino que fuésemos a algún lugar donde los hicieran al instante, y nos recomendó este lugar. Tienen tanto gofres dulces como salados y están deliciosos. El nuestro era un gofre básico con chocolate negro y nata por encima (alrededor de 4€).

De nuevo con el estómago lleno decidimos pasar el resto de la tarde paseando tranquilamente por el Barrio de St Gery. En este barrio nos dedicamos a buscar algunos de los murales pertenecientes a la ruta del cómic, pasamos por el mercado, que hoy alberga diferentes bares y centros culturales, y llegamos al último miembro de la familia Pis, el Zinneke Pis.

Desde aquí volvemos caminando hasta el párking para coger nuestras maletas y hacer el CheckIn en el hotel. El Hotel Max fue el que escogimos para pasar las 5 noches en la ciudad, es un hotel pequeño y tranquilo, muy céntrico, a tan solo 10 minutos andando del centro de la ciudad. Está situado muy cerca del metro Rogier, una de las paradas más concurridas y con mejor conexión de metros y autobuses de la ciudad. Las habitaciones son pequeñas y antiguas, la nuestra estaba muy limpia, aunque las paredes están ennegrecidas por el paso del tiempo. La habitación solo se limpia 1 vez durante la estancia y hay que avisarlo al recepcionista el día de antes, si necesitáis toallas o papel higiénico te lo dan en el momento, ya que la recepción es 24 horas. La calefacción funcionaba perfectamente, aunque no nos hizo falta ya que está tan bien aislada que aún siendo marzo el calor se quedaba concentrado en la habitación sin necesidad de encender la calefacción. El baño es pequeño y está limpio, el agua caliente sale enseguida, y el hotel te deja un bote de gel y champú 2 en 1. Nuestra habitación estaba en la tercera planta, no hubo problemas a la hora de subir las maletas ya que cuenta con 2 ascensores. En la primera planta hay un servicio 24 horas con bebidas, comida y otro tipo de artículos. Si volviésemos a Bruselas sin duda volveríamos a hospedarnos en este hotel.

Día 2

Itinerario
  • Catedral de San Miguel y Santa Gúdula: horario 7:30 a 18:00 (gratis)
  • Parque Bruselas
  • Palacio de Justicia: horario L-V 8:00 a 17:00 (gratis)
  • Atomium: horario 10:00 a 18:00 (15€)
  • Basílica del Sagrado Corazón: horario 10:00 a 16:00 (gratis)
  • Tienda de los Pitufos
  • Manneken Pis
  • Iglesia de Santa Catarina: L-V 9:00 a 20:00, S-D hasta 19:00 (gratis)
  • Parque del Cincuentenario
  • Grand Place

En nuestro segundo día en Bruselas nos levantamos pronto y desayunamos algo en el hotel. Justo después nos dirigimos a la estación de metro Rogier donde cogimos dos tickets de 24 horas en las máquinas para poder movernos durante todo el día en transporte público, ya que las distancias que íbaamos a recorrer estaban bastante alejadas las unas de las otras. El ticket de 24 horas cuesta 8€ y vale para autobuses, trenes y tranvías. Hay que llevarlo siempre a mano porque hay que validarlo tanto a la entrada como a la salida de las estaciones.

Desde la estación Rogier cogimos la línea número 2 hasta la estación Kunst (también sirve la línea 6). Nos bajamos en la estación y nos dimos un paseo hasta la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, pasando por delante del Parlamento en nuestro camino hacia la iglesia. La entrada a la catedral es gratis y el horario de apertura es de lunes a viernes de 7:30 a 18:00, los sábados de 7:30 a 15:30 y los domingos de 14:00 a 18:00. Al entrar a la catedral podemos ver que la vidiera que está justo al lado del altar a la derecha funciona como reloj de sol.

Tras visitar la catedral volvemos sobre nuestros pasos y decidimos atravesar el Parque Bruselas para llegar al Palacio Real. Ahí cogemos el tranvía 92 o 93 hasta la estación de Poelaert, donde se encuentra el Palacio de Justicia. Cuando lleguéis veréis que está lleno de andamios, esto no significa que esté en construcción o en remodelación, sino que están ahí permanentemente para evitar que el palacio se hunda. Esto se debe a que el palacio está hecho de piedra maciza, por lo que el peso está haciendo que el suelo se dé de sí y deben evitar que se venga abajo, por lo que hasta que no encuentren otro método de sujección estará cubierto de andamios. En este palacio se realizan juicios, aún sigue en activo, por eso no es de extrañar ver a los abogados con la toga e incluso a los jueces con pelucas blancas, ya que se siguen haciendo muchos juicios de este modo en el palacio. 

La entrada al palacio es gratuita y para entrar hay que pasar por un control de seguridad donde revisan las mochilas y pasas por los arcos de seguridad. El horario de apertura es de lunes a viernes de 8:00 a 17:00. Merece la pena ver la sala principal, pero si no queréis entrar, justo subiendo el primer tramo de escaleras a mano izquierda hay otra escalinata muy bonita de ver sin necesidad de acceder al interior.

Una vez que visitamos el Palacio de Justicia fuimos caminando hasta el metro Luiza y cogimos la línea 6 hasta la parada Heizel, donde se encuentra el Atomium. El Atomium es uno de los monumentos más representativos de Bruselas y se hizo para la exposición que tuvo lugar en Europa de la que también salió la Torre Eiffel. En el interior del Atomium hay una exposición que cuenta cómo se creó. Nosotros no entramos ni subimos a la parte de arriba, pero si vosotros queréis hacerlo el precio es de unos 15€ por persona y el horario es de lunes a domingo de 10:00 a 18:00. También hay una entrada combinada que incluye también la entrada al parque Mini Europa, pero en invierno está cerrado.

De nuevo en la línea 6, pero en dirección contraria, llegamos a la parada Simonis, aquí cogemos el autobús número 13 hasta la parada de Riethuisen y llegamos a la Basílica del Sagrado Corazón. Esta iglesia es enorme e impresiona una vez que llegas a ella. La entrada es gratuita, el horario de apertura es de 10:00 a 16:00. En caso de que necesitéis ir al baño esta basílica tiene aseos y se puede acceder a ellos por 0,50 céntimos.

Lo más curioso de esta basílica es que al caer la noche pasa a ser una discoteca en la parte de arriba y un espectáculo de cabaret en la zona de abajo. Esto se debe a que como he mencionado anteriormente, la iglesia en Bélgica se financia a sí misma y realiza actividades en sus templos para recaudar dinero y poder seguir manteniéndolos abiertos. 

Al salir de la basílica nos dirigimos a la estación de autobuses que se encuentra justo detrás de ella, la parada se llama Delhove y aquí cogimos el autobús 214 para volver a la estación de Rogier. Durante el recorrido en el autobús pasamos por el barrio Molenbeek y aprovechamos para verlo a través de la ventanilla durante nuestro trayecto de vuelta.

Cuando llegamos a Rogier caminamos hacia el centro pasando por delante de la Bolsa de Bruselas, no pudimos ver el edificio ya que estaba en remodelación y con los andamios no se podía apreciar nada. Justo al lado de este edificio se encuentra uno de los imprescindibles de Bruselas, Fritland. En este pequeño restaurante a pie de calle encontramos el famoso bocadillo de patatas fritas de Bruselas, no os podéis ir de la ciudad sin probarlo (no es apto para veganos ni vegetarianos). El bocadillo se llama Mitrallete y está compuesto por carne, lechuca, salsa a elegir y un montón de patatas que van dentro del bocadillo, no de acompañamiento. El precio es de 5 euros, sin bebida, eso sí, no te quedas con hambre.

Después de comer y para bajar la comida nos dirigimos hacia la tienda de los pitufos, porque me hacía ilusión hacerme una foto con el pitufo de la entrada, aunque la tienda estaba cerrada.  Esta tienda se encuentra justo enfrente del museo del cómic. 

Seguimos paseando por las calles de Bruselas y llegamos de nuevo al Manneken Pis, vestido esta vez con otro atuendo diferente al del día anterior. 

En la esquina se encuentra un bar que nos recomendó la guia del Free Tour del día anterior, Poechenellekelder, aquí hicimos una pausa para reponer fuerzas y probamos la cerveza del mes, que nos recomendó el camarero. El bar es un típico bar de Bruselas, decorado con marionetas que le da un encanto especial y extraño al ambiente.

Tras reponer fuerzas nos dirigimos a la Grand Place y de ahí caminamos hasta la Iglesia de Santa Catarina, que tampoco pudimos ver bien por fuera ya que estaba en reformas, aunque sí que conseguimos acceder a su interior, abierto de lunes a viernes de 9:00 a 20:00, fines de semana hasta las 19:00. Entrada gratis.

Desde Santa Catarina cogimos el metro hasta la parada de Merode, donde se encuentra el Parque del Cincuentenario. Aquí nos sentamos un rato a descansar y a contemplar el arco del triunfo, muy parecido al de París y al de Berlín.

Cogemos de nuevo el metro y volvemos a la estación Rogier para pasar un momento por el hotel. Caminamos desde el hotel hasta la Grand Place para verla iluminada.

Después de fotografiar la preciosa plaza iluminada nos vamos al barrio de St. Gery para cenar en el restaurante 9 voisins. En este restaurante la carta está también en español, pero cuidado, solo se puede pagar en efectivo.

Aquí cenamos platos típicos como Chicons Farcis (16,82€), esto son endivias gratinadas rellenas, también pedimos Lapin Kriek (18,32€), conejo con salsa de cerveza kriek, y de postre Moelleux (6,77€), un coulant de chocolate con helado.


Después de comer volvemos al hotel para descansar y coger fuerzas para visitar Ámsterdam.

Si quereis conocer algún sitio más para tomar algo en Bruselas leed el día que pasamos en Brujas.

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