Friburgo en 1 día


Itinerario
  • Schwabentor
  • Kaiser Joseph Straße
  • Kaufhaus
  • Catedral: entrada gratis; 2€ subir a la torre

Friburgo es una de las ciudades más bonitas de Alemania, su belleza aumenta en navidad, donde el ambiente, los puestecitos, la comida... hacen que la ciudad sea muy acogedora. Aparcamos en un parking justo a la salida del casco antiguo de Friburgo. Entramos por una de las torres al casco antiguo, Schwabentor, y aquí empezó la visita.


Nos dirigimos hacia la Kaiser Joseph Strasse, donde se encuentra la torre más antigua de las dos que hay en Friburgo, estas dos torres se conservan desde la época medieval y a través de ellas se accedía a la ciudad, la que se sitúa en esta plaza es la Martinstor.


Las calles de esta ciudad son calles adoquinadas por las que pasan numerosos riachuelos. En un principio servían para apagar fuegos, canalizar el agua y abastecer a la población en caso de necesidad.


Llegamos a la Münsterplatz, la plaza más importante de la ciudad, aquí además de la catedral se encuentran unos antiguos almacenes históricos, Kaufhaus, este edificio es un edificio renacentista donde se encuentran dos galerías.


En el centro de la plaza se encuentra la catedral de estilo gótico, la torre tiene 116 metros. En su interior las fotografías están prohibidas, pero merece la pena entrar. El acceso al interior es gratis, la subida a la torre son 2€.


Tras la visita a la catedral nos encontramos con un amigo nuestro que lleva ya un par de años viviendo en Friburgo, nos hizo de guía turística y nos explicó algunas curiosidades sobre la catedral:


Estos grabados que encontramos a la izquierda de la entrada a la catedral son las medidas del pan que tocaba por ciudadano, una vez que el pan se repartía, los habitantes de Friburgo ponían su pedazo en el grabado correspondiente y comprobaban así que la repartición estaba bien hecha.

Otra curiosidad es una de las gárgolas que hay en lo alto de la catedral, esta gárgola está de espaldas y mostrando el culo, si no recuerdo mal, porque el que dirigía la construcción de la catedral no pagaba a sus empleados y estos hicieron la gárgola de esta forma justo en frente de la ventana del jefe con motivo de su descontento, para que así la viera cada mañana.


El resto de la tarde la pasamos en un bar donde la cerveza la hacían ellos mismos y paseando por los típicos puestos navideños. En uno de estos puestos comimos unos mini-donuts con salsa de fresa que recomiendo probar.


Algo que nos llamó mucho la atención de esta ciudad es que, en frente de las entradas de las tiendas, nos encontramos con que los propios adoquines nos muestran el oficio que allí se realizaba.


Tras un largo y divertido día, terminamos la visita a esta ciudad a la que seguro volveremos.

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