Wismar en 1 día (ruta por el norte de Alemania)

Han llegado por fin nuestras vacaciones y, debido al Coronavirus, hemos decidido quedarnos en Alemania y hacer una ruta en coche por la zona norte. La ruta planeada es de 7 días y los lugares que visitaremos son los siguientes:

Wismar

Schwerin

Rostock

Lübeck

Hamburg

Köln

Wismar

 Restaurantes y cafeterías
  • Cafeshop especial (cerca de Marienkirche)
  • Brauhaus am Lohberg (en la zona del puerto)

Itinerario
  • Marktplatz
  • Marienkirche: gratis (horario de 10:00 a 16:00)
  • Georgenkirche: gratis
  • Puerto
  • Nikolaikirche: gratis (hario de 10:00 a 16:00)
  • Playa de Boltenhagen (2,50 hasta las 16:00)

Salimos el sábado a las 6:00 de la mañana de Karlsruhe y llegamos a Wismar a eso de las 14:00 de la tarde. Llegamos a un bungalow precioso y muy recomendado que habíamos alquilado para 4 noches (Ferienbungalow mit Gartenterrasse in Wismar). Los dueños fueron muy amables y al llegar nos habían dejado 2 botellitas de champán de la zona. Además el bungalow estaba a tan solo 10 minutos andando del centro de Wismar y era muy cómodo y limpio.



Cuando ya nos instalamos decidimos comenzar a visitar nuestra primera ciudad, Wismar.

Wismar es una ciudad considerada Patrimonio de la Humanidad, está situada al norte de Alemania y forma parte de la Liga Hanseática. Esta liga se formó en la Edad Media y varios pueblos y ciudades, sobre todo costeros, pertenecían a ella para favorecer el comercio y así formar una "alianza" entre ellas. Lo primero que hicimos fue recorrer un poco el pueblo y conocer sus calles. Toda la zona tiene un ambiente muy particular, el casco antiguo está muy bien conservado y pasear por él te da la sensación de estar en otra época. 

Por la mañana nos levantamos temprano y nos dirijimos a Cafeshop Especial, leí en un blog (no recuerdo el nombre) que aquí se hacía el mejor café de todo Wismar y no exageraban. Román es un nicaragüense simpatiquísimo que lleva más de 30 años en Alemania y que abrió esta tienda-cafetería con diferentes cafés de Latinoamérica y de otras partes del mundo. El café Especial y el Romancito son 100% recomendables si os gusta el café que realmente sepa a café. También tienen chocolates de diferentes zonas y nunca he probado nada mejor.

Con un café para llevar nos fuimos a la Marktplatz, es una plaza muy amplia rodeada de casas coloridas y con una fuente enorme en el centro. El edificio más bonito de esta plaza es ahora un restaurante y tiene un estilo muy particular.


Seguimos paseando y llegamos a la Marienkirche, esta iglesia está totalmente destruida debido a los bombardeos que sufrió la ciudad en la Segunda Guerra Mundial. De esta iglesia solo queda en pie la torre y la base está "conservada" para que la gente se pueda hacer una idea de lo que era cuando aún estaba en pie. La entrada es gratis, tanto a la base (que está al aire libre) como a la torre, donde se encuentran algunas piezas en exposición. El horario es todos los días de 10:00 a 16:00.


De esta iglesia destruida pasamos a una iglesia vacía, esta es la Georgenkirche. Esta iglesia está completamente vacía, cuando entramos estaban preparando un concierto en el interior. Lo único que podemos ver es una pequeña capilla a un lateral y un ascensor para subir y ver la panorámica de la ciudad. La entrada es gratis, pero creo recordar que subir al ascensor eran unos 2 euros.

Algo que me gustó mucho fue lo coloridas que eran las casas, también me sorprendió lo estrechas que eran, pero esto tiene una explicación. Antiguamente los impuestos se pagaban dependiendo de la anchura de las fachadas, por eso la mayoría de ellas eran altas y estrechas, para pagar la menor cantidad de impuestos posible.

Seguimos recorriendo las calles de Wismar hasta llegar al puerto. Las murallas están totalmente destruidas, pero queda la Puerta del agua. Pasear por el puerto fue una de las cosas que más me gustaron, está lleno de gente, de puestos de bocadillos de pescado y de barcos, tanto nuevos como antiguos. En uno de estos puestecitos pedimos un cucurucho de calamares, riquísimos.

De aquí vamos ya a la última iglesia de la ciudad, la Nikolaikirche, esta iglesia sí la podemos ver tanto por fuera como por dentro completa. La entrada también es gratis. El horario es todos los días de 10:00 a 16:00.


Cuando terminamos de pasear por la ciudad, ya cansados de tanta caminata, pensamos que sería buena idea relajarnos un poquito e ir a la playa. La playa más bonita de Wismar se llama Boltenhagen y está a unos 30 minutos en coche del centro. La playa es de arena fina y el agua apenas cubre, hay que andar bastante hacia el fondo para poder empezar a nadar. Hay varias cosas que me han llamado la atención de las playas alemanas, ya que era la primera vez que iba a una: primero, las playas no son gratis, hasta las 16:00 de la tarde hay que pagar 2,50€ para poder entrar a bañarse, tumbarse o pasear, el ticket es para todo el día; otra de las cosas sorprendentes es el poco miedo que tienen las gaviotas, se pasean a tu alrededor, te intentan robar las toallas, la comida, todo; por último, igual que en las playas españolas tenemos unas tumbonas con sombrillas para alquilar, aquí hay una especie de banquitos que están cerrados con una verja hasta que alguien los alquila (no pregunté el precio), estos banquitos son un símbolo típico de las playas de este país.


Ya a eso de las 18:00 llegamos otra vez a Wismar y nos fuimos a cenar a Brauhaus am Lohberg, la cervecería más antigua de Wismar. En la Edad Media esta ciudad tenía casi más cervecerías que habitantes, ahora solo queda esta y hacen la cerveza ellos mismos. Los precios son un poco caros comparados con los del resto de Alemania (12-16€ el plato), pero están muy buenos y la cantidad de comida es considerable. Ni que decir tiene que la cerveza artesanal está siempre deliciosa y esta no iba a ser menos.



Ya con el estómago lleno volvemos a dar un pequeño paseo por el pueblo y nos vamos a dormir para estar bien descansados y poder visitar Schwerin, nuestra próxima parada.

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