Schwerin en 1 día (ruta por el norte de Alemania)


Después de pasar el día anterior en Wismar cogimos el coche y nos fuimos a Schwerin. Es una ciudad pequeñita, pero con mucho encanto. Nada más llegar ya nos impresionó el gran palacio incrustado en su propia isla y conectado al resto de la ciudad por un precioso puente barroco.

 Restaurantes y cafeterías
  • Friedrich´s

Itinerario
  • Palacio de Schwerin (solo exterior)
  • Jardines del palacio: gratis
  • Pfaffenteich
  • Paulskirche: gratis
  • Marktplatz
  • Dom St.Marien und St.Johannes: gratis
  • Schloss Wiligrad: gratis (horario de 10:00 a 17:00)

Lo primero que hicimos fue cruzar el impresionante puente barroco para ver el Palacio de Schwerin por fuera. Nosotros no entramos al interior ya que con el coronavirus preferíamos no juntarnos en espacios cerrados con mucha gente, pero la entrada rondaba los 8,50€. En lugar de visitar el palacio / castillo por dentro, lo rodeamos y paseamos por sus impresionantes jardines.

Después de estar más de 3 horas paseando por los alrededores del palacio, volvimos a cruzar el puente y nos dirijimos a la ciudad. Como estábamos hambrientos buscamos un sitio para comer y entramos en Friedrich´s, los precios de los platos rondan los 10-15 euros. La comida estaba deliciosa, sin duda volveríamos a ir ahí.



Después de comer y para bajar la comida paseamos por el centro de la ciudad. Paseamos hasta Pfaffenteich, un estanque ubicado en el centro del casco histórico de la ciudad. Subimos andando hasta Paulskirche, la entrada es gratis, aunque estaba cerrada cuando llegamos y por eso no pudimos entrar.


Después volvimos caminando hacia la Marktplatz, donde se encuentra la Catedral de Schwerin, la entrada es gratuita y el interior es muy sencillo, merece la pena entrar y echar un vistazo rápido.


Después de un tranquilo paseo por el centro de la ciudad volvimos al coche para dirigirnos al Schloss Wiligrad, abierto de 10:00 a 17:00. Nosotros no pudimos entrar ya que llegamos pasadas las 17:00, pero merece la pena verlo por fuera y pasear por sus bonitos jardines. 


Tras un precioso día en esta increible ciudad del norte de Alemania, volvimos a Wismar para descansar, ya que la siguiente parada sería Rostock.

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