Neuschwanstein y Hohenschwangau en 1 día


Precios
  • Entrada individual solo para uno de los castillos: alrededor de 10€; alrededor de 8€ con descuento; menores de edad gratis
  • Entrada conjunta o Königsschlösser: alrededor de 20€; 15€ con descuento
(Todo incluye audio-guia y la asignación de un turno de visita para cada castillo)

En este caso nos dirigimos a los castillos de ensueño del sur de Baviera. Desde siempre había querido ver estos castillos y sentirme como si estuviese en Disney y, una vez allí, fue esta exactamente la sensación.

Lo primero que nos encontramos al llegar es una caseta blanca donde se venden las entradas a los castillos, aunque hay unas colas interminables no podemos saltarnos este paso, ya que en las puertas de los castillos no se venden los tickets. Aquí podremos encontrar diferentes tipos de entradas, una entrada individual para solo uno de los dos castillos o el ticket combinado para ambos castillos que es el que cogimos nosotros, los precios individuales de los castillos rondan los 10€, existen descuentos para grupos grandes, jubilados, discapacitados y estudiantes, en este caso las entradas costarán unos 8€, los menores de edad entran GRATIS. La entrada conjunta para ambos castillos se llama Königsschlösser y ronda los 20€, 15€ aplicando el descuento. Todos estos tipos de tickets incluyen una audio-guía. Las visitas a los castillos están determinadas por turnos, una vez que compras tu entrada te asignan un turno para cada castillo, está totalmente organizado y hay tiempo para todo. Además, la caseta posee diferentes ventanillas:

- Entradas individuales
- Entradas de grupo
- Recogida de entradas reservadas con antelación por internet

Una vez sacadas las entradas nos dirigimos hacia el castillo de Hohenschwangau, pero como era muy pronto y nuestro pase era en 1 hora, decidimos dar un paseo por un pequeño sendero junto a la laguna, para hacer algo de tiempo.


Una vez llegada la hora, nos dirigimos hacia el primero de los castillos. Los muros son de color amarillento y la entrada es la propia de un castillo de reyes, aunque el interior se asemeja más a un palacio.




Una vez en el interior de Hohenschwangau nos damos cuenta de que casi desde cualquier punto del castillo podemos observar Neuschwanstein, esto es así porque el gran deseo de María de Prusia era poder observar estas vistas desde sus aposentos. 

Todo el castillo, ya desde la entrada, nos transporta a una época medieval. Los patios destacan por sus numerosas fuentes. También encontramos una réplica de una antigua cocina. En el interior del castillo las fotos estaban prohibidas y, además, estaban totalmente controladas, ya que los turnos de visita están minuciosamente organizados y las paradas para fotografiar las diferentes estancias alargarían el tiempo del recorrido.

Una vez acabada esta primera visita, nos encaminamos hacia el segundo castillo, subiendo por largos senderos rodeados de bosques y cascadas, lo que nos ayudaba a abrir boca para la maravilla que nos encontraríamos después. Las vistas en la subida eran simplemente espectaculares.

Justo antes de llegar al castillo del Rey Loco nos encontramos con un puente (el puente de los suspiros) desde el que se observaba por completo la majestuosidad de este castillo, aunque con el vértigo el puente se me hizo un poco cuesta arriba, merece totalmente la pena las vistas que ofrece.


Por fin llegamos a los pies del castillo de Neuschwanstein, es imposible describirlo, es algo que hay que ver con los propios ojos, la entrada nos lleva al patio interior del castillo, donde esperan numerosos turistas su turno para entrar en sus enormes estancias.

Una vez en el interior nos encontramos con las mismas restricciones que en el anterior, no estaban permitidas las fotografías de las estancias. Eran unas estancias enormes, con motivos góticos, en este castillo abundan los pasadizos y habitaciones secretas. Es el típico castillo de las películas. Es EL CASTILLO. Subiendo por unas enormes escaleras de caracol llegamos a lo alto, a las almenas del castillo, desde aquí las vistas son impresionantes. Desde allí se podía ver el puente en el que nos encontrábamos anteriormente, viendo la altura a la que habíamos estado, nos daba un vuelco el estómago. También podíamos ver una espectacular imagen del castillo de Hohenschwangau.


La belleza de estos castillos se ve además favorecida por la belleza del entorno, lo que hace que el ambiente sea de cuento. Esto también se da gracias a los numerosos carros de caballos que vamos encontrando a lo largo de nuestro paseo. 

Una vez acabado este viaje la sensación que se nos quedó fue de haber pasado un día único e inolvidable, un día de cuento de hadas. Es una visita obligada por lo menos una vez en la vida. Merece totalmente la pena.

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