Salzburgo y Hallstatt en 2 días


 Restaurantes y cafeterías
  • Gasthaus Wilder Mann: comidas o cenas, precio entre 11-15€ (cerca del casco antiguo)
  • Cafetería Resch&Frisch: desayunos, precio entre 3-10€ (cerca del Palacio Mirabell)

Itinerario

  1. Lugares de interés de Salzburgo
  • Palacio de Hellbrunn: gratis
  • Museo del Juguete: 2,50€ de 18 a 26 años; 5€ adultos
  • Calle Getreidegasse
  • Iglesia de San Pedro y cementerio: gratis (catacumbas 2€)
  • Catedral: gratis (Horario de invierno de 8:00-17:00)
  • Kapitelplatz
  • Alter Markt
  • Mozarts geburtshaus: 12€
  • Hohensalzburg: 12€ (Horario de invierno de 9:30-17:00)
  • Kapuzinerberg
  • Palacio y jardines de Mirabell: jardines gratis (Horario de invierno de 8:00-18:00) 
  2. Lugares de interés en Hallstatt
  • Marktplatz
  • Iglesia luterana: gratis
  • Mirador en la calle Gosaumühlstraße
  • Iglesia católica y cementerio: gratis (cripta 1,50€)

Salimos en coche a las 6 de la mañana de Karlsruhe y llegamos en torno a las 11 a Salzburgo.  Desde diciembre de 2019 no es necesario comprar un ticket especial para el coche que te permite conducir por las carreteras de Austria desde Alemania hasta Salzburgo. Hay carreteras que sí necesitan esta pegatina especial que vale unos 10€ y otras que no, nosotros nos hicimos con un mapa de carreteras austríacas donde viene toda esta información. Salzburgo es una ciudad pequeña y se puede visitar todo a pie, nosotros no utilizamos el transporte público en ningún momento. Tampoco cogimos la Sazburg Card que incluye además del transporte gratis, la entrada a varios monumentos y lugares de interés. Esta tarjeta salía por unos 28€ las 48 horas, pero a nosotros no nos interesaba entrar a muchos museos y por eso no merecía la pena cogerla.

Lo primero que hacemos es dirigirnos al Palacio de Hellbrunn, ya que es lo más alejado del centro de Salzburgo, así aprovechamos que vamos con el coche y que el fin de semana el parking es gratuito y empezamos por aquí. Este palacio es muy bonito, su nombre Brunn hace referencia a las muchas fuentes que podemos encontrar en sus jardines y a partir de mayo hay juegos de agua. Pero a finales de febrero principios de marzo el jardín está seco y la verdad es que no merece la pena ir. Eso sí, la entrada es gratis.


Después de dar un paseo de unos 20 minutos por los jardines del palacio, cogemos el coche y nos dirigimos al Museo del Juguete. Aparcamos en el parking más cercano al museo y fuimos a visitarlo. La entrada para adultos de 18 a 26 años (incluidos) es de 2,50€ por persona. Es un museo diferente, todo se puede tocar y con todo se puede jugar. Hay salas habilitadas para juegos y el museo está lleno de niños pasándoselo en grande. Al museo hay que acceder en calcetines, tanto a las salas de juegos como a las exposiciones de las plantas superiores. El fin de semana en el que hemos estado nosotros había una exposición especial de Pipi Calzaslargas que nos encantó.

"No tenemos que crecer si no queremos"

Continuamos la visita a Salzburgo atravesando la calle Getreidegasse, esta calle es la más famosa de la ciudad, es una calle comercial que atraviesa el casco histórico y, además, aquí se encuentra la casa en la que nació Mozart. Lo más bonito de esta calle, además del ambiente, son los letreros de hierro que cuelgan de cada establecimiento. Todo tiene un aire muy medieval.


Salimos por una de las callejuelas de la Getreidegasse para ir a la Iglesia de San Pedro. Esta pequeña iglesia está rodeada por uno de los cementerios más antiguos del mundo. Este cementerio es precioso y merece la pena dar un pequeño paseo por él. También a la derecha de la entrada del cementerio están las catacumbas, cuesta 2€ entrar a ellas, nosotros no lo hicimos porque no teníamos tiempo para ello. 


La siguiente parada fue la Catedral de Salzburgo, es una catedral barroca y esto se ve claramente en su interior. La entrada es gratis, aunque a la puerta hay una caseta con una persona dentro que te invita a dejar un donativo. El exterior de la catedral no nos impresionó mucho, en el centro de la plaza había una fuente, pero al ser invierno estaba tapada y solo se veía la jaula de cristal que la cubría. El horario de visitas en invierno es de 8:00 a 17:00.


Al salir de la catedral giramos a la izquierda y atravesamos los arcos que llevan hasta la Kapitelplatz, una de las plazas más conocidas y bonitas de la ciudad. Aquí está la famosa escultura de un hombre sobre una bola dorada y, al lado, un ajedrez gigante donde unos chicos estaban echando una partida.


Rodeamos la catedral y nos dirigimos a la Alter Markt, esta es otra de las plazas más conocidas de la ciudad, y donde dicen que hay una bonita fuente, pero como ya he dicho, al ser invierno las fuentes estaban protegidas y cerradas con "jaulas" de cristal o madera. Seguimos caminando y volvemos otra vez a la Getridegasse, esta vez al número 9, donde se encuentra la casa en la que nació Mozart. Esta casa es ahora un museo, la entrada cuesta 12€ por persona, a nosotros el interior no nos interesaba mucho y no la visitamos, pero en caso de que sí queráis verla os conviene sacar la Salzburg Card ya que viene incluida, junto con las catacumbas de la Iglesia de San Pedro, el Museo del Juguete y muchas cosas más.


Volvemos sobre nuestros pasos, cruzamos otra vez la Kapitelplatz y, después de comprar algunos souvenirs, llegamos a las taquillas de la Fortaleza de Hohensalzburg. Este sitio es un lugar imprescindible que visitar si pasas unos días en esta ciudad, las vistas desde aquí son impresionantes y la fortaleza está muy bien conservada. El horario en invierno es de 9:30 a 17:00 y el precio de adultos para la entrada básica es de 12€. En la entrada básica está incluida la subida y bajada en el funicular y la entrada a algunos museos en el interior de la fortaleza por ejemplo, el Museo de las marionetas (muy recomendado).

Vistas desde la fortaleza

Una vez que has recorrido la fortaleza y has vuelto a bajar por el funicular, cuando sales por la puerta, antes de llegar a la tienda, a la derecha hay una pequeña cascada con una cueva, esta se llama la Gruta de los Enamorados, y se dice que si te besas bajo la cueva tu amor será para siempre.


Volvemos a por el coche y nos vamos al hotel, el checkin solo se podía hacer a partir de las 15:00. El hotel se llama Plaza Inn, está céntrico aunque no en el casco antiguo, se encuentra al otro lado del río. Desde el hotel también se puede llegar andando a todas partes. Hicimos el checkin muy rápido y el personal fue muy amable. La habitación era pequeña, pero para una noche estuvo bastante bien. El único problema fue que las paredes eran tan finas que se oía por la noche cuando otros huéspedes entraban o salían del pasillo como si estuviesen hablando dentro de la habitación.


Desde el hotel fuimos dando un paseo por la orilla del río hasta llegar al Kapuzinerberg, preparaos para subir escaleras hasta llegar al mirador. Aquí está el monasterio de los capuchinos, pero nosotros no subimos por eso, subimos para ver el atardecer desde ahí, ya que las vistas son impresionantes. En invierno el atardecer es alrededor de las 17:30-18:00.


Después de hacer unas cuantas fotos al paisaje bajamos hasta el Puente de los Candados, desde ahí también se ven unas vistas muy bonitas de la ciudad.


Cruzamos el puente para llegar a Gasthaus Wilder Mann, un bar típico alemán/austríaco donde se come muy bien por un precio muy razonable, entre 11-15€ el plato, bastante económico teniendo en cuenta los precios de esta ciudad. Tras cruzar un arco que indica que por ahí se va al bar, llegas a una pequeña placita y el sitio está justo a la derecha.




Después de cenar volvimos dando un paseo por la orilla del río hasta el hotel para descansar y coger fuerzas para el domingo.

Nos levantamos y lo primero que hacemos es el checkout del hotel, dejamos las cosas en el coche (que dejamos aparcado en la calle porque al ser fin de semana era gratis, aunque el hotel cuenta con un parking por 10€ el día) y vamos a ver el Palacio y los jardines de Mirabell. No entramos al palacio, pero sí paseamos por los jardines. En verano con todo florecido seguramente sea mucho más bonito, en esta época del año todo estaba algo triste y mustio. El horario es de 8:00 a 18:00 y la entrada a los jardines es gratis.


Saliendo por la puerta lateral de la izquierda, en la calle de enfrente se encuentra una pequeña cafetería que por 5,50€ ofrece un desayuno pequeño. Como ya he dicho, para los precios que podemos ver por la ciudad, esto está bastante bien.


Después de desayunar volvemos a por el coche y nos dirigimos a Hallstatt, este es uno de los pueblos más bonitos de Austria y considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1997. Es un pueblo con más de 7.000 años de antigüedad, ya que algunos de los hallazgos aquí encontrados datan de esas fechas. Aparcamos en uno de los parkings que tiene el pueblo, unas 3 horas cuestan 9€ y, desde el parking comenzamos a andar por sus calles. Lo primero que hicimos fue ir hacia el lago Hallstatter See, desde una pequeña explanada muy cerca del aparcamiento se podía observar un paisaje increíble.


Después de hacernos mil fotos con este maravilloso paisaje de fondo, fuimos siguiendo las flechas que indicaban cómo llegar al casco histórico de la ciudad. Ahí paseamos por las estrechas y coloridas calles del Hallstatt hasta llegar a la Marktplatz, cuya fuente también estaba tapada como las de Salzburgo.


Justo al lado de la plaza está la iglesia luterana y, siguiendo todo recto, cruzando un arco, se llega a la calle Gosaumühlstraße, casi al final de esta calle hay un mirador desde el cual se ven unas preciosas vistas del pueblo, la típica vista que aparece en todas las postales.


Volviendo un poco sobre nuestros pasos vemos unas escaleras que llevan a la Iglesia Católica. Esta iglesia tiene un pequeño cementerio desde donde también se pueden obtener unas vistas impresionantes. 


Algo curioso que tiene este cementerio es la cripta que hay justo detrás de él. Para entrar aquí hay que pagar 1,50€ por persona, pero merece la pena. El cementerio es tan pequeño que no toda la gente del pueblo puede caber aquí, por eso, tras 10-15 años después del fallecimiento, si el difunto lo dejó escrito en el testamento, la calavera y los huesos de las piernas se desentierran, se dejan durante unas semanas bajo la luz del sol y la luna para que se blanqueen y se exponen en esta cripta. La calavera más antigua es del siglo XII d.C y la más reciente de 1995. Algunas calaveras tienen símbolos pintados, cada símbolo tiene un significado. En el centro hay un crucifijo y las calaveras que hay sobre los libros pertenecen a sacerdotes. Esta tradición comenzó en el 1720 d.C.


Después de esta corta pero intensa visita a Hallstatt volvimos a por el coche y pusimos rumbo de vuelta a Karlsruhe.

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