Praga en 3 días


 Restaurantes y cafeterías
  • Café Svateho Vaclava: platos entre los 8-15€ (está cerca de la estatua de Wenceslao)

Día 6

Llegamos a las 19:00 a la estación de autobuses de Florenc, como ya era un poco tarde y el hotel Vladar quedaba un poco lejos, decidimos pasar a un puesto de información turística para comprar los abonos transporte. 72 horas 310czk (11€), no hay que olvidar que estos tickets no son como en Budapest, estos sí tienen que ser validados en las máquinas del metro. Nos fuimos al hotel y descansamos para comenzar nuestro viaje por Praga al día siguiente.


Día 7

Itinerario
  • Plaza de la Ciudad Vieja, barrio judío e Iglesia de Nuestra Señora del Tyn
  • Torre de la pólvora y Plaza de Wenceslao
  • Escultura de la cabeza de Franz Kafka
  • Plaza de la República
  • Iglesia de San Nicolás: gratis (Horario a de 10:00 a 16:00)
  • Reloj Astronómico
  • Castillo de Praga: la entrada al recinto es gratis, pero tienes que pagar para poder ver algunos monumentos. (Horario de 9:00 a 16:00). Aquí se encuentra la Catedral de San Vito, el Callejón del Oro (con la casa de Franz Kafka) y algunos palacios.
  • Mala Strana
  • Muro de John Lennon
  • Vinarna Certovka (la calle más estrecha de Praga)
  • Puente Carlos
  • Estatua de Sigmund Freud

Desde el hotel al centro había 15 minutos en autobús. A las 9 de la mañana ya estábamos en pleno centro de la ciudad. Comenzamos nuestra visita en la Plaza de la Ciudad Vieja, desde ahí recorrimos las preciosas calles del barrio judío y vimos la Iglesia de Nuestra Señora en frente del Tyn.


En la Ciudad vieja también se encuentra la Iglesia de San Nicolás, la entrada era a partir de las 10:00 de la mañana y, como era demasiado pronto, decidimos seguir paseando para hacer tiempo. Durante nuestro paseo nos paró un chico para ofrecernos un tour, me pareció bastante interesante ya que el tour era un free tour, es decir, un tour gratuito que sale cada hora de la Plaza de la Ciudad Vieja y te enseña el barrio judío con un guía español al que al finalizar le darás la voluntad en función del trabajo realizado. Si quieres hacer una visita guiada esta es la opción más económica, aunque sea la voluntad también hay que pensar que con lo que les demos estaremos evaluando su trabajo, por lo que ser algo generosos tampoco está de más. Aunque la propuesta del tour era interesante, decidimos continuar nuestro camino solas hacia la torre de la pólvora.


El siguiente lugar al que nos dirigimos fue a la Plaza de Wenceslao, una de las plazas más famosas de Praga. En medio de la plaza se encuentra la estatua de Wenceslao, considerado el patrón de la República Checa y, tras él, el Museo Nacional.


Durante nuestra subida a la Plaza de Wenceslao nos encontramos con una serie de cosas curiosas por ejemplo, un vagón de un antiguo tranvía transformado en cafetería, y una serie de bancos donde estaban escritas frases célebres de todo tipo.




Una vez vista esta plaza abarrotada de turistas, fuimos a uno de los lugares que más me entusiasmaba ver, la Cabeza de Franz Kafka, una escultura hecha de 42 capas independientes que giran hasta formar y deformar el busto de este escritor en diferentes posiciones. Pero antes paramos a comprar unos deliciosos y típicos Trdel. El magic apple es simplemente impresionante.




Con el estómago más que lleno y después de haber visto la escultura que tantas ganas tenía de ver, fuimos de vuelta a la Iglesia de San Nicolás, parando previamente por la Plaza de la República.


Llegamos a la Iglesia de San Nicolás, que no estaba tan llena de turistas como esperábamos, recorrimos su interior y admiramos la gran lámpara que colgaba de su techo. Un poco cansadas ya, hicimos una segunda parada, esta vez para probar una de las famosas cervezas de Praga en un bar de la Plaza de la Ciudad Vieja, para disfrutar de la cerveza mientras observábamos las vistas (unos 60czk).




Lo siguiente que vimos fue el famoso reloj astronómico, aquí nos detuvimos un rato más puesto que apenas quedaban 15 minutos para poder ver este famoso monumento en funcionamiento.


La mañana acababa aquí, cargadas con los souvenirs, que fuimos comprando por el camino, decidimos ponernos en marcha hacia el hotel para dejar todas las bolsas y, de camino, probar uno de los típicos perritos calientes que encuentras en los puestos callejeros.


La tarde comenzaba en el Castillo de Praga, antes de entrar debes mostrarle todas tus pertenencias a los guardias que están en la entrada, además te registran. Una vez pasado el control lo primero que vimos fue la Catedral de San Vito, no pudimos acceder al interior porque estaba cerrada, pero la entrada es gratuita.


Nuestra siguiente parada fue el Callejón del Oro, formada por pequeñas y coloridas casas donde vivieron personajes como Franz Kafka.


Bajando del Callejón nos encontramos con la escultura de un niño que ni siquiera sabíamos que estaba ahí, se dice que si le frotas el pene te da suerte, ahí rodeándole había multitud de turistas para probar suerte y, como no, nosotras también probamos. Desde este impresionante recinto se obtienen unas increíbles vistas de la ciudad.


Tras ver el enorme complejo del Castillo nos sentamos a descansar en uno de los bares de la famosa calle Malá Strana, es uno de los barrios más históricos de Praga.


Una vez que recuperamos fuerzas nos fuimos a ver el famoso Muro de John Lennon, es un muro que conmemora la memoria de John Lennon lleno de frases y graffitis.


Lo siguiente en la lista era ver la Calle más estrecha de Praga, pero antes, dimos un corto paseo por la Isla Kampa. La calle es una calle muy estrecha, ambos lados se pueden tocar con las dos manos, tiene un semáforo en su comienzo, lo que llama bastante la atención. Bajando las escaleras sales a un restaurante.


El día ya se estaba acabando y decidimos volver al otro lado de la ciudad cruzando el Puente Carlos, un puente lleno de puestos donde comprar souvenirs o bisutería artesanal. Desde aquí disfrutas de unas vistas increíbles de ambos extremos de Praga, además de ser un puente con gran actividad y movimiento. Nos paramos a frotar la figura de un perrito que también decían que daba suerte, aunque no era esa la única atracción, mucha gente hacía cola para frotar lo que parecía la figura de un santo.




Lo último en este día fue la visita a la estatua de Sigmund Freud colgado, esta obra está en una pequeña calle del centro de la ciudad, poca gente levantaba su vista, está tan alta que nadie se daba cuenta de que estaba ahí, un grupo de chicas incluso pensó que era un hombre real que estaba a punto de saltar al verme a mí mirando hacia arriba.


Desde aquí nos fuimos al metro, de camino nos encontramos con el Teatro Nacional. Ya era tarde y a la mañana siguiente nos volvía a esperar un largo día.

Día 8
 
Itinerario
  • Campo de concentración de Terezín: 380czk dos tickets combinados (14,50€) y 5czk por el mapa del recinto.
  • Mercado artesanal en la calle Havelska
  • Calle Celetná
  • Plaza de la Ciudad Antigua

La visita en este día es a Terezín, el campo de concentración que se encuentra a apenas 1 hora de Praga. El autobús a este lugar sale de la estación Nadrazi Holesovice de la plataforma número 7. Es bastante sencillo llegar a Terezín por nuestra cuenta. Una vez en esta estación debemos saber que los autobuses salen a las 9:00, 9:25 y 10:00, más adelante salen otros, pero estas horas son las mejores ya que se te va toda la mañana en visitar este lugar. Los tickets del autobús cuestan 90cks por persona un solo viaje, unos 3,5€ y se le compran directamente al conductor del autobús. Antes de llegar a nuestro destino tenemos 3 paradas por delante, la cuarta es la que más próxima te deja al campo de concentración y la quinta para en el pueblo de Terezín. La última parada no es Terezín por lo que en el autobús veréis Praga-Litomerice, este es el bus correcto. Nosotras nos bajamos en la cuarta parada y pusimos rumbo al campo de concentración para comprar los tickets. Justo antes de llegar a la entrada te encuentras con un cementerio judío.


Ya en la entrada nos encontramos con dos opciones de ticket, la primera un ticket solamente para la pequeña fortaleza, el segundo de ellos es un ticket combinado para la fortaleza, los museos y el crematorio. Nosotras escogimos la segunda opción y los 2 tickets combinados salieron por 380czk (14,5€). Hay descuentos para estudiantes y se puede pagar en euros y con tarjeta. Como la visita la hacíamos por nuestra cuenta compramos un mapa de la pequeña fortaleza por 5czk, en este mapa, numerados, te explicaban los distintos sectores y salas que ibas viendo.



Bloque A



Tras casi hora y media en la pequeña fortaleza nos fuimos al museo del gueto. Este museo nos lo recorrimos en apenas media hora y nos dirigimos hacia el crematorio, aunque antes de llegar te encuentras con otro de los cementerios judíos y el cementerio de los soviets.




Toda la excursión nos llevó unas 3 horas, más la ida y la vuelta del autobús, en total unas 5 horas. El autobús de vuelta lo cogimos en una parada en el interior del pueblo, no donde nos había dejado al llegar. La parada es sencilla de localizar, es la número 1 y está situada justo detrás del museo del gueto. De todas maneras, en el interior del museo los trabajadores te indican muy amablemente dónde está la parada y los horarios del bus. Al llegar a Praga eran más o menos las tres de la tarde y, con un hambre voraz, nos sentamos en un restaurante típico checo a probar los platos típicos del país, en este caso el goulash y un plato de salchichas con chucrut. El restaurante es el Café Svateho Václava.




Después de comer nos fuimos paseando hasta la calle Havelska donde se encuentra el mercado artesanal más antiguo de Praga, aquí fuimos parando en las pequeñas tiendecitas y comprando los últimos souvenirs.


Después, tranquilamente, paseamos por la calle Celetná, una de las calles más antiguas de Praga, las fachadas de las casas son impresionantes, combinan estilos góticos y barrocos. Además, a lo largo de esta calle te vas encontrando con todo tipo de coches antiguos.

Volvimos por última vez a la Plaza de la Ciudad Antigua y de ahí de vuelta al hotel.

Día 9

A las 9:30 de la mañana sale el Flixbus con destino a Viena. Llegamos a la estación de Erdberg sobre las 14:30, volvimos a sacar unos nuevos tickets para el transporte público de esta ciudad, ya que habíamos comprado el de 7 días, pero habían pasado 8, por lo que no servían. Después de casi una hora de trayecto llegamos al aeropuerto, y de aquí de vuelta a Madrid.

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